El pasado 16 de Diciembre , un grupo de alumnos de CAU viajaron a Madrid. Hacia las 12 del mediodía visitaron la sede de la Filmoteca Española en el número 10 la calle Magdalena.
Allí los recibió un conservador y comenzaron la vista guiada. La misma comprendió varias actividades:
En la sala de proyecciones, don Fermín Prado (jefe de la División de Fondos Fílmicos) dio una pequeña charla y vieron un corto documental de la Filmoteca donde explican su labor de recuperación, restauración y conservación del patrimonio cinematográfico.
Al ser un grupo reducido, pudieron realizar más fácilmente el acceso a alguna de las tripas de la institución, con el conservador que los acompañaba: visitaron la fototeca, donde se custodia documentación fotográfica sobre el universo cinematográfico; entraron en uno de los almacenes del voltio (así se llama donde se guardan las latas con los rollos de las películas). Allí todos pudieron dar una vuelta y los chicos se movieron por los pasillos del pequeño laberinto y encontraron las latas de algunas películas que conocían o habían visto; y vieron las cabinas y los sistemas que usan los investigadores que acuden a la institución para realizar sus trabajos.
Tras hora y cuarto de visita, abandonaron esta sede y se acercaron a ver al menos por fuera el cine Doré, que es donde la Filmoteca Española proyecta sus ciclos.
Como no hacía mal tiempo del todo, los profesores acompañantes decicieron ir andando desde allí hasta la Academia del Cine. Para que el itinerario fuera algo más provechoso cultural y vivencialmente para los chicos (la mayoría de ellos o no habían estado en Madrid o tenían un conocimiento muy limitado de la ciudad), los llevaron por el Barrio de las Letras, pasaron por la puerta de la Real Academia de la Historia, por la plaza de Santa Ana, donde les mostraron por fuera el Teatro Español; pasaron por el Teatro de la Comedia (sede de la Compañía Nacional de Teatro Clásico); ; subieron a Alcalá, junto al Círculo de Bellas Artes y les enseñaron el principio de la Gran Vía. Pasamos por el edificio histórico de la SGAE y ya salimos a Génova , donde tomaron la calle Zurbano, sede de la Academia de Cine.
A las 14hs., como estaba previsto, llegaron a la sede de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España. Allí los recibió don Enrique Bocanegra (responsable de Actividades Culturales de la institución).
Estuvieron en la sala de proyecciones, donde el señor Bocanegra les explicó el funcionamiento de la Academia, cómo se organiza lo de los premios Goya, etc., etc.
De ahí subieron a la Mediateca de la Academia, cuyas bibliotecarias (amabilísimas y muy simpáticas, por cierto) se unieron al grupo para hablarnos de los fondos que custodian, el uso que se puede hacer de ellos, etc. Tuvieron la gentileza de obsequiar a cada uno de ellos (profes y alumnos) con una bolsita con un surtido de publicaciones de la Academia (revistas, etc.).
Trajeron dos estatuillas originales de los premios Goya y los chicos se pudieron fotografiar con ellas
Tras una merecida comida , visitaron la Exposición 'Viaje al Cine Español' (sita en el Teatro Fernando Fernán Gómez, en la plaza de Colón), auspiciada por la Academia del Cine.
Ángel Gonzalvo les hizo una introducción general, y luego fueron visitándola por libre, con ayuda de los cuadernillos de actividades y con los profes moviéndose entre ellos, para poder comentar cosas, resolverles, dudas, curiosidades, etc.
De ahí se dirigieron al intercambiador de Avenida América para tomar el autobús de regreso.
Agradecemos a Esther Ortas del departamento de Lengua y Literatura todos sus desvelos para que esta actividad se llevase a cabo , así como a Álvaro Checa , también del departamento de Lengua y Literatura del Goya y Ángel Gonzalvo (I.E.S. Pirámide), responsable del programa "Un día de cine" , que se unió a nuestro alumnos en Madrid
El grupo de Biblioteca del instituto sacó un stand al hall del pabellón central el pasado martes 20 con la intención de animar a los alumnos a llevarse un libro para leerlo en Navidad. 
También se trajo una exposición de varias figuras , algunas de ellas realmente espectaculares. Recordad que en papiroflexia el papel no se recorta y no se usa pegamento: todo va encajado !!!!
En el Goya tenemos la suerte de tener alumnos de más de 25 países diferentes , con lo que hemos podido probar dulces de países como Argentina, USA , Italia , Rumanía , Bolivia , Alemania, Francia, Ecuador , Escocia , Siria , Marruecos ... y por supuesto de varias regiones de España. 
Además de probar los dulces , alumnos y profesores han podido llevarse las recetas de lo que estaban degustando , recetas quepodrán intentar elaborar en casa si disfrutan con esto de la cocina.
Fijaos la pinta que tenían todos los dulces ( sería imposible poner fotos de todos ellos , espero que lo comprendáis .... ) . Esperamos que este sea el comienzo de una tradición navideña que se perpetúe , porque todos lo hemos disfrutado muchísimo. 
La recaudación ha superado los 300 euros, hecho que queremos agradecer tanto a los profesores como a los alumnos que han adquirido pequeños obsequios para regalar durante las próximas fiestas.
Queremos agradecer a los alumnos de Bachiller su dedicación en esta actividad , en la que han preparado el puesto , han llevado la contabilidad y han hecho el inventario de los productos vendidos. Por otro lado , la actividad no habría podido llevarse a cabo sin la inestimable colaboración de la profesora Pilar Calabuig , que se ha encargado de recoger y devolver todos los productos de la sede de Intermon Oxfam.
En la sala de proyecciones, don Fermín Prado (jefe de la División de Fondos Fílmicos) dio una pequeña charla y vieron un corto documental de la Filmoteca donde explican su labor de recuperación, restauración y conservación del patrimonio cinematográfico.
Tras hora y cuarto de visita, abandonaron esta sede y se acercaron a ver al menos por fuera el cine Doré, que es donde la Filmoteca Española proyecta sus ciclos.
Ángel Gonzalvo les hizo una introducción general, y luego fueron visitándola por libre, con ayuda de los cuadernillos de actividades y con los profes moviéndose entre ellos, para poder comentar cosas, resolverles, dudas, curiosidades, etc.
El pasado 15 de diciembre, todos los alumnos de 1º de ESO asistieron, en el Salón de actos de nuestro centro, a la representación de La zapatera prodigiosa, la deliciosa farsa de Federico García Lorca que previamente habían leído y comentado en clase.
No importó que el Niño –único personaje con el que se comunica la zapaterita- fuese sustituido por una estereotipada “Niña”, interpretada por una joven actriz que también hacía de don Mirlo, el personaje que los alumnos encontraron más cambiado, “más loco” que en la lectura. El actor que encarnaba al Zapatero –aseguran los alumnos- no parecía tan viejo como en el libro, pero supo hacer muy bien su papel, mostrando la tristeza por el error que cometió al casarse y su obsesión por que el vecindario no se enterase de sus problemas conyugales. La actriz principal que dio vida a la joven esposa, alegre y arisca, coqueta y extremadamente irritable, supo ganarse las simpatías y la complicidad del público juvenil.
El decorado –opinaban algunos estudiantes- era muy simple. En efecto, el decorado al igual que la iluminación o la música siguen las líneas simplificadoras queridas por el autor con la intención de resaltar el texto. En este, el tema tópico del matrimonio desigual sirve de cauce de expresión de un conflicto trascendente, una lucha entre realidad y fantasía.
Según algunos de nuestros jóvenes espectadores, los actores hablaban a veces demasiado deprisa, pero, por otro lado, destacan que les atrajo especialmente el lenguaje poético (siempre fiel al texto) utilizado en el escenario.
En mi opinión, no se integró mal, durante el paréntesis del entreacto, mientras se realizaban en penumbra los mínimos cambios en el decorado, la inserción de un puñado de frases de García Lorca relativas a su concepción del teatro, como aquella de que “el teatro es la poesía que se levanta del libro y se hace humana. Y al hacerse, habla y grita, llora y se desespera”, o aquel otro comentario de que “el teatro que no recoge el latido social, el latido histórico, el drama de sus gentes y el color genuino de su paisaje y de su espíritu, con risa o con lágrimas, no tiene derecho a llamarse teatro, sino sala de juego o sitio para hacer esa horrible cosa que se llama “matar el tiempo””. Solo por escuchar y meditar aquellas reflexiones en voz en off, ya hubiera merecido la pena la asistencia de los alumnos de 2º de bachillerato a la representación. No pudo ser; pero al menos los estudiantes de 1º de ESO sí que tuvieron la oportunidad de admirar como la poesía que habían leído días atrás se levantaba del libro y recobraba vida durante poco más de una hora en el escenario.
