El 23 de abril de hace cuatrocientos
años fallecía el más universal de los escritores españoles: don Miguel de
Cervantes Saavedra.
Una fecha tan señalada merecía ser
conmemorada por nuestros estudiantes y, para ello, alumnos de 1º y 3º de ESO
han elaborado murales cuyo contenido ilustra sobre distintos aspectos de la
azarosa vida del escritor (paje del cardenal Acquaviva, soldado, cautivo en
Argel, recaudador de impuestos, proveedor de alimentos para la Armada
Invencible, espía, poeta, dramaturgo y novelista) y sobre su obra, haciendo una
mención especial, como no podía ser de otro modo, a las dos partes de su genial
novela: El ingenioso hidalgo don Quijote
de la Mancha, que vio la luz en 1605, y El
ingenioso caballero don Quijote de la Mancha, publicada diez años más
tarde, en 1615, por un Cervantes ya maduro, solo un año antes de su muerte.
Las mujeres en El Quijote y otros personajes, las principales aventuras del
caballero y su escudero Sancho Panza, el soneto entre Rocinante y Babieca o la
pervivencia de estos personajes en las artes plásticas y en la música han sido
algunos de los temas sobre los que los alumnos han investigado para desarrollar
sus trabajos.
M. Lapuente y M. Mateo
Diálogo
entre Babieca y Rocinante
B. ¿Cómo estáis, Rocinante, tan delgado?R. Porque nunca se come, y se trabaja.
B. Pues, ¿qué es de la cebada y de la paja?
R. No me deja mi amo ni un bocado.
B. Andad, señor, que estáis muy mal criado,
pues vuestra lengua de asno al amo ultraja.
R. Asno se es de la cuna a la mortaja.
¿Quereislo ver? Miradlo enamorado.
B. ¿Es necedad amar? R. No es gran prudencia.
B. Metafísico estáis. R. Es que no como.
B. Quejaos del escudero. R. No es bastante.
¿Cómo me he de quejar en mi dolencia,
si el amo y escudero o mayordomo
son tan rocines como Rocinante?
Este soneto cierra los versos preliminares de
la primera parte del Quijote. Aparece entre los poemas agrupados bajo el título
Al libro de don Quijote de la Mancha en los que un grupo de míticos héroes caballerescos
elogian el libro y ensalzan a sus protagonistas, cada cual en un estilo
adecuado a su personalidad: Amadís,
Belianís, Orlando Furioso, Oriana o Gandalín. Todos ellos son una burla literaria que satiriza los libros de caballerías
al ensalzar las disparatadas hazañas del loco DQ. Solo Rocinante parece darse
cuenta de los desvaríos de amo y escudero.